Marketing el primero de enero

Pero primero, feliz año 2025. Deseo que cumplas todos tus propósitos y que sobre todo seas feliz durante el proceso. Si algo no sale como esperabas, ten la certeza de que puedes aprender de ello y de que algo mejor vendrá.

Si te pregunto: ¿qué necesitaste ayer, primero de enero?, seguramente me dirás algo así como…un día tranquilo, en familia, disfrutando del inicio del año y pensando en las nuevas metas. Y si me pongo un poco marketera y te pregunto: ¿qué productos o servicios necesitaste tener ayer, para pasar el día como querías?, entonces la respuesta puede ser tan variada en función de lo que hayas hecho ayer, pero si te pusieras al detalle a hacer una lista, te sorprenderías.

El 1 de enero no deja de ser un ejemplo perfecto de cómo, sin darnos cuenta, estamos haciendo uso de productos y servicios que satisfacen nuestras necesidades y deseos. Recordemos que de eso va el marketing: de resolver necesidades, deseos, problemas…mediante productos o servicios. Si te digo que el marketing resuelve necesidades de formas no contempladas, ¿me dirías que soy muy superficial? te pongo en contexto.

Mientras el 1 de enero pasamos tiempo en familia, usamos tecnología. El teléfono móvil para enviar mensajes de felicitación, la televisión para ver las primeras películas del año o, tal vez, una aplicación de calendario para organizar los próximos días. ¿Qué hay de la comida? Todos esos deliciosos platos que preparamos no son solo comida, son servicios que satisfacen nuestra necesidad de nutrirnos y disfrutar de buenos momentos. Incluso el hecho de estar en casa, descansando, es el resultado de un servicio bien gestionado como un sistema de calefacción eficiente, si es que vivimos en España. También podemos necesitar un protector solar si decidimos irnos a la playa porque vivimos en Ecuador; ni qué decir de la reserva de un hospedaje, del combustible para el vehículo, de comer en un restaurante, de beber algo fresquito frente al mar…

El marketing resuelve necesidades de formas no contempladas

Lo que muchas personas aún no se dan cuenta es que, aunque el 1 de enero es un día aparentemente desconectado del mundo laboral, el marketing está trabajando detrás de escena. Sin siquiera pensarlo, alrededor tenemos productos y servicios que nos hacen la vida más fácil, resolviendo necesidades que, aunque no siempre las reconocemos conscientemente, están presentes todo el tiempo.

Desde el momento en que elegimos productos para nuestra casa hasta la elección de un regalo o una suscripción a una plataforma de streaming, estamos tomando decisiones influenciadas por estrategias de marketing que buscan satisfacer una necesidad o deseo que no siempre es inmediato, pero que nos hace la vida más cómoda. Es más, muchas veces ni siquiera lo sabemos, pero esos servicios están ahí, justo cuando los necesitamos.

Relaciona esta reflexión con tu trabajo

Lo interesante de esta reflexión es que el marketing no se trata solo de vender productos, sino de entender las necesidades de las personas y crear soluciones que, de forma directa o indirecta, les hagan la vida más fácil, más eficiente. Incluso en un día de descanso, los productos y servicios están resolviendo problemas que ni siquiera habíamos identificado.

Por eso es necesario comprender que nuestro trabajo no solo consiste en vender algo, sino en identificar esas necesidades y crear soluciones que lleguen en el momento adecuado. Y ese es el poder del marketing: ser útil, aportar valor y estar presente cuando nuestros clientes lo necesiten, como lo hacen esos servicios que usamos cada día, incluso en los días más tranquilos.

Haz esto en el 2025

Ofrece lo que realmente las personas necesitan. Recuerda que el marketing bien hecho se basa en esa conexión genuina entre lo que vendemos y lo que nuestros clientes buscan, ya que no estamos aquí solo para «vender» algo, sino para hacer la vida de otros más fácil, más sencilla y mejor.

Ten un propósito claro. Todo lo que hagas debe tener un propósito claro: resolver una necesidad. Este 2025, aprovechemos para hacerlo de la mejor manera, alineando nuestros productos o servicios con las verdaderas demandas del mercado, tal y como esos pequeños servicios que usamos sin pensarlo el 1 de enero.

Nuevamente, feliz 2025.

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